Sunday, November 20, 2005

Estreñimiento.

El estreñimiento es una de las más importantes alteraciones de la función intestinal en el proceso de evacuación de las heces, consistente en la dificultad o en la disminución de la frecuencia de su deposición. El estreñimiento puede ser agudo, apareciendo de forma repentina, o crónico, cuya duración se puede prolongar meses e incluso años.

Hay muchas personas que consideran que debe haber una deposición diaria, pero esto es un error. La función excretora puede variar de unas personas a otras y se considera perfectamente normal variaciones entre tres deposiciones diarias a una cada tres días. Y ello es debido a las diferentes forma y constitución de las heces.

Las causas que producen el estreñimiento son muy variadas. La dieta inapropiada escasa en fibras y líquidos, la vida sedentaria o la falta de hábito a la hora de defecar suelen provocar el estreñimiento. Además se produce también por otra serie de anormalidades y lesiones de nuestro organismo.


Todas las causas descritas influyen en el tránsito de la materia fecal por el intestino grueso que se hace muy lento por lo que la mucosa del colon dispone de mucho tiempo para reabsorber agua. Las heces se tornan más secas y duras, lo que dificulta su evacuación rectal. Debido a ello, la frecuencia de las deposiciones disminuye, acumulándose las heces, más duras y secas, en el intestino grueso.
Para tratar con éxito el estreñimiento, lo primero y necesario es identificar la causa que lo origina. Antes de pedir directamente ningún laxante a su farmacéutico, debe informarle sobre las circunstancias específicas de cada caso. Es posible que el farmacéutico le remita a su médico para un adecuado diagnóstico.


En cualquier caso, son siempre aconsejables una serie de medidas higiénicas y saludables, como la realización de ejercicio físico suave, la modificación de su dieta, en el sentido de que ingiera mayor cantidad de líquidos y alimentos con mayor cantidad de residuos y fibra. Es importante tener en cuenta que la fibra retienen agua, por lo que las heces tienden a ser más blandas y voluminosas. Este incremento del volumen da lugar al aumento del estímulo reflejo, provocando que las heces atraviesen el intestino grueso más rápidamente.


En el caso de que no sean suficientes estas pautas, podría aconsejarse la utilización de un laxante, aunque estos tratamientos no deben superar una semana. Si no se alcanza alivio tras este período, debe suspenderse el tratamiento y acudir al médico. También debe acudir a consulta médica en el caso de que aprecie un cambio en los hábitos intestinales durante un periodo prolongado.

En cualquier caso recuerde que hábitos tan sencillos como la ingesta de fibra, líquidos o realizar ejercicio físico con frecuencia, facilitará la evacuación de las heces.

No lo olvide: En la oficina de farmacia de Juan Alonso nº 6 estaré a su entera disposición para informarle sobre éstas y otras cuestiones relacionadas. Y recuerde que la intervención farmacéutica supone una elevada garantía en el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos con medicamentos.


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